Los equipos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, que operan en el norte de Irak, informaron que el jueves 24 llegaron más de 900 personas refugiadas sirias en 45 autobuses al campo de Bardarash, lo que eleva el número de personas alojadas en el campamento a cerca de 9.700. Hasta el momento, más de 10.100 personas han cruzado la frontera con Irak en busca de la seguridad. Cerca del 75% son mujeres, niños y niñas. Más de una cuarta parte de las familias son monoparentales encabezadas por mujeres. Entre las llegadas también se encuentran menores no acompañados. ACNUR y sus socios siguen suministrando ayuda vital para las personas refugiadas.

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Los equipos técnicos, así como personal de protección y registro de ACNUR y de sus socios, se encuentran en el campamento todos los días, identificando y dando respuesta a las necesidades de las personas que allí se encuentran, tan pronto como es posible. También se aseguran de que todos los servicios en el campamento estén funcionando, y de que los recién llegados sean atendidos de forma inmediata y reciban la ayuda y servicios que necesiten. ACNUR destaca la importancia de la libertad de movimiento para los civiles que se han visto forzados a huir, y de que las fronteras se mantengan abiertas para que las personas puedan encontrar seguridad y protección. ACNUR y otras organizaciones humanitarias socias se encuentran trabajando con las autoridades de la región del Kurdistán iraquí y se han comprometido a apoyar su respuesta ante el último flujo de llegadas de refugiados.

Más de una cuarta parte de las familias refugiadas son monoparentales encabezadas por mujeres.Entre las llegadas también se encuentran menores no acompañados.

El campamento de Bardarash, localizado en la gobernación de Duhok, está preparado para recibir hasta 11.000 personas. Se han identificado otros sitios cercanos para acoger a más personas refugiadas. ACNUR agradece la respuesta de las autoridades locales, especialmente de la gobernación de Duhok, para recibir y brindar asistencia a las personas refugiadas sirias recién llegadas, además de a las 230.000 que ya se encontraban allí. Muchas de las personas recién llegadas, tanto adultos como niños y niñas, precisan apoyo psicosocial. La semana pasada, en Bardarash, el equipo de apoyo psicosocial de ACNUR encontró a Dilwar, un pequeño de tres años. Estaba llorando porque se había separado de su mamá al llegar y la había perdido. Incluso cuando por fin se reunió con ella, siguió llorando. La mujer explicó que Dilwar había presenciado fuertes explosiones mientras huían de su hogar, lo que le produjo inquietud y tristeza, y desde entonces no había dejado de llorar. El equipo de ACNUR atendió al pequeño, y finalmente sus esfuerzos se vieron recompensados con una sonrisa.

El día a día en el norte de Siria.

Unas 180.000 personas han tenido que desplazarse en el noreste del país, según las últimas estimaciones de la ONU. La mayoría de los desplazados internos también son mujeres, niños y niñas.  En el marco de la respuesta interagencia, ACNUR está prestando ayuda de emergencia y servicios en materia de protección a miles de personas para garantizar que las familias desplazadas se encuentran en una situación tan segura y digna como sea posible. Quienes dejan sus hogares buscan un lugar seguro en refugios colectivos y en casas de familiares y amigos. Hasta la fecha, más de 75.000 nuevos desplazados que se encuentran en comunidades de acogida, centros colectivos y campamentos, han recibido artículos de primera necesidad a través de la red de socios de ACNUR en el terreno. Estos artículos incluyen chaquetas de invierno, mantas térmicas y sacos de dormir para asegurar que las familias estén protegidas del frío.

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Los equipos de ACNUR están evaluando y reparando los centros colectivos de la ciudad de Hasaka. En los casos en los que es posible, están conectando estos albergues a la red eléctrica para mejorar las condiciones de vida que pueden ofrecer y mitigar los riesgos de que se produzcan situaciones de violencia sexual y de género. Asimismo, se están instalando tanques de agua y se están realizando reparaciones básicas para garantizar el suministro de agua potable. ACNUR está incrementando el número de equipos de protección móviles para llegar hasta aquellas personas que se encuentran tanto en centros colectivos, como residiendo con familiares y amigos. Las personas desplazadas se marcharon de sus hogares prácticamente con lo puesto. La mayoría de los colegios en Hasaka se están empleando como albergues para los miles de desplazados, lo que significa que ni los niños y niñas desplazados ni los de la comunidad de acogida asisten a clase, y la probabilidad de que puedan continuar pronto con sus estudios es baja.

ACNUR, junto con su socio jurídico nacional, la Media Luna Roja Árabe Siria, se encuentra sobre el terreno ofreciendo apoyo legal inmediato para las familias desplazadas. Hasta el momento se ha ofrecido asesoría legal a cientos de personas. Esto incluye el registro de los recién nacidos, quienes también han recibido sus certificados de nacimiento.

La Agencia de la ONU para los Refugiados estima que va a necesitar una financiación adicional de 31,5 millones de dólares para la operación en Siria en el marco del llamamiento de respuesta actual para Siria.

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