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Sep 23
Refugiados y migrantes colaboran en proyectos ambigables con el medio ambiente. Foto: ©ACNUR/Allana Ferreira.

Cambio climático: iniciativas ecológicas que cambian la relación de las personas refugiadas y migrantes con el medio ambiente

La acuaponía y el biodigestor son iniciativas amigables con el medio ambiente que reducen residuos y generan energía renovable en los albergues de Boa Vista, Brasil.

Por Allana Ferreira y Luiz Fernando Godinho. Foto: ©ACNUR/Allana Ferreira.

 

Con apenas 14 años, Julio Bastardo es miembro del Comité de Sostenibilidad de uno de los albergues para personas refugiadas y migrantes venezolanas en Boa Vista, Brasil. Allí, junto a sus amigos, comparte su pasión por el medio ambiente y dedica varias horas al día a su actividad favorita: el cuidado del proyecto de acuaponía, que combina el proceso de piscicultura con el cultivo de hortalizas a través de la misma fuente de agua.

Julio, que sueña con ser arquitecto, indicó: “Todo lo que estoy aprendiendo, como reutilizar el agua usada, reciclar residuos y preservar la naturaleza para el futuro, me ayudará a construir casas de forma más ecológica. Este sistema trae beneficios para todos nosotros y para la naturaleza”.

La acuaponía utiliza las técnicas de cría de peces y cultivo de hortalizas al mismo tiempo. El agua llena de nutrientes va del acuario a las plantas, se filtra y vuelve limpia al acuario. Lo mejor es entender cómo funciona todo esto y los beneficios que la reutilización del agua puede traer para nosotros, la comunidad y la naturaleza”, explicó el joven venezolano, que participa en esta iniciativa junto a una veintena de adolescentes, niños y niñas comprometidos con el medio ambiente.

Quien también colabora en este proyecto es Josse Raussseo, de 53 años, que ayudó a construir la estructura del sistema. “Estamos encantados de ayudar. Juntos podemos colaborar por un futuro mejor para nosotros y para la niñez”, señala el hombre con entusiasmo.

El biodigestor es un nuevo proyecto que genera energía renovable a partir de deshechos orgánicos. Foto: ©ACNUR/Allana Ferreira.

El biodigestor es un nuevo proyecto que genera energía renovable a partir de deshechos orgánicos. Foto: ©ACNUR/Allana Ferreira.

 

Sin embargo, el proyecto de acuaponía no es la única iniciativa verde que se lleva adelante en Boa Vista. En el refugio São Vicente 2 se está trabajando en un biodigestor, que genera energía renovable a partir de residuos orgánicos; la medida ayuda a reducir el volumen de deshechos y a fertilizar los jardines y suelos del albergue.

 

Actualmente el biodigestor procesa el 30% de los elementos orgánicos generados en el lugar y produce el 35% del biogás que consume la cocina comunitaria del lugar.

 

Junior Jacinto Guerra Sotillo, de 30 años, es una de las personas que participa en este proyecto, al cual ve como una oportunidad laboral para cuando salga del albergue temporal. “Estos conocimientos nos serán útiles. El gas es caro y si tenemos restos de comida que de cualquier manera serán desechados, podemos reciclarla y producir biogás para la cocina y abono para pequeños huertos en casa, o incluso entre vecinos. Será bueno tener esta experiencia en nuestro currículum cuando busquemos un trabajo fuera del albergue”, explica el joven venezolano.

 

El proyecto de acuaponía y el biodigestor son, hoy, actividades que forman parte de una estrategia pionera implementada por ACNUR, PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y la ONUDI (Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial).

 

Ambas iniciativas forman parte de “Albergues Verdes”, un proyecto alineado con la agenda de acción climática de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados; tiene por objetivo reducir los deshechos ambientales generados en la respuesta humanitaria a las poblaciones desplazadas.

Actualmente, estas estrategias se encuentran en fase piloto; sin embargo, se reproducirán en otros albergues de la Operación Acogida, la respuesta gubernamental al flujo de personas refugiadas y migrantes de Venezuela a Brasil.

Siguiendo esta línea, Fabiano Sartori, consultor de medio ambiente de ACNUR en Boa Vista, explicó: «Los ‘Albergues Verdes’ están reduciendo y mitigando el impacto ambiental en Boa Vista, promoviendo la conciencia ecológica y creando oportunidades para la población refugiada a través de la educación ambiental”.

 

La estrategia prevé otras iniciativas amigables con el medio ambiente para mejorar la movilidad urbana de la población acogida en los albergues, con sistemas de bicicletas compartidas, y la creación de espacios verdes con árboles y hortalizas para dar sombra y alimentos frescos.

 

Actualmente, Brasil acoge a unas 260.000 personas venezolanas, de las cuales 48.000 ya han sido reconocidas como refugiadas; siguiendo esta línea, el estado de Roraima es el principal punto de llegada de estas personas, siendo Boa Vista, la capital del estado, el principal destino de quienes llegan a Brasil.

Hoy por hoy, la Operación Acogida cuenta con 15 albergues temporales en Boa Vista y Pacaraima que son gestionados y coordinados por ACNUR y sus organizaciones socias. Estos albergues tienen capacidad para acoger a más de 10.000 personas, con el consiguiente consumo de energía y producción de residuos.

Siguiendo esta línea, Oscar Sánchez Piñeiro, Jefe de la oficina de ACNUR en Boa Vista, señaló: “Nuestro objetivo es transformar los albergues en productores de energía, capaces de reducir el costo de las respuestas humanitarias y reorientar los recursos hacia soluciones duraderas. Además de traer innovaciones tecnológicas, el aumento del uso de energías renovables en los albergues ha contribuido a crear un amplio ecosistema que aprovecha energía respetuosa con el medio ambiente«.

ACNUR hace un llamamiento a los Estados y a sus socios para que adopten medidas urgentes y colectivas para combatir el cambio climático, para que mitiguen su impacto en la existencia y los medios de vida de cientos de millones de personas en todo el mundo, y para que, juntos, reduzcan la huella climática de las operaciones para las personas refugiadas. Debemos trabajar por una sociedad más sostenible, también en el ámbito del servicio humanitario”, afirma el representante de ACNUR en Brasil, José Egas.

 

FUENTE: ACNUR.ORG

 

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