Es posible que hayas escuchado sobre el mpox en las noticias, especialmente desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró el mes pasado como una emergencia de salud pública de interés internacional. Pero, ¿cómo está afectando el brote de mpox a los refugiados y otras personas desplazadas? Hablamos con el Dr. Allen Maina, Jefe de Salud Pública en ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para aprender más al respecto.
¿Qué es el mpox y cómo se propaga?
El mpox (anteriormente conocido como viruela del mono) es una enfermedad infecciosa causada por el virus del mpox. Puede causar una erupción dolorosa, ganglios linfáticos inflamados y fiebre. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden recuperarse completamente del mpox; sin embargo, sin una atención apropiada, la enfermedad puede llevar a una enfermedad grave o incluso a la muerte.
Cualquiera puede contraer mpox. Se propaga a través del contacto cercano – sexual o no sexual – con una persona infectada, mediante el contacto con animales infectados o tocando objetos contaminados como ropa o ropa de cama. También puede transmitirse de una madre embarazada a su bebé durante el embarazo o el parto. El mpox puede ser particularmente grave en niños, personas con el sistema inmunológico comprometido y mujeres embarazadas.
¿Por qué está preocupado ACNUR por el mpox?
La República Democrática del Congo y sus países vecinos albergan a millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos, desastres naturales e inestabilidad.
Como mencioné, cualquiera puede contraer o transmitir el mpox, independientemente de si está desplazado o no. Sin embargo, en los campos de refugiados y en situaciones de desplazamiento, las personas a menudo viven en condiciones de hacinamiento con acceso limitado a elementos esenciales como jabón, agua limpia o ropa de cama. Esto dificulta seguir medidas preventivas como el lavado de manos. El acceso a la atención médica también es un desafío. Estamos comenzando a ver algunos casos sospechosos de mpox entre las poblaciones refugiadas en estos países.
Mis colegas en la República Democrática del Congo han hablado con personas desplazadas que sospechan que tienen mpox. Debido a la falta de espacio en los albergues para aislarse de manera segura, tienen que dormir al aire libre. Quieren proteger a sus familiares y amigos, pero es un verdadero desafío sin recursos adecuados. Además, las raciones de alimentos limitadas debilitan la capacidad de las personas para combatir enfermedades. En estas circunstancias, el mpox representa un riesgo significativo.
¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar a prevenir la propagación del mpox entre refugiados y personas desplazadas?
Todos tenemos un interés en asegurar que el brote de mpox se contenga lo más rápido posible. ACNUR está comprometido en ayudar a los países y comunidades a proteger a las personas desplazadas, lo que incluye garantizar que tengan acceso a la prevención y al tratamiento. Necesitamos trabajar juntos para asegurar que los refugiados y desplazados cuenten con artículos básicos de higiene, instalaciones de saneamiento y alimentos suficientes, así como información precisa y accesible sobre el mpox en su propio idioma. También se necesitan más albergues para permitir un aislamiento adecuado.
Estamos proporcionando tanto jabón, agua limpia y facilidades para el lavado de manos como sea posible. Además, estamos equipando las instalaciones de salud para asegurar una atención clínica segura y efectiva para los pacientes y el personal de salud, y fortaleciendo la vigilancia. Estamos capacitando y equipando a los voluntarios de salud de los refugiados para abordar el estigma y aumentar la conciencia en las comunidades desplazadas y de acogida sobre cómo se propaga el mpox y cómo prevenirlo. Pero déjame ser claro: en muchos lugares, nuestros equipos están trabajando con recursos desesperadamente escasos donde los sistemas de salud son frágiles y las necesidades solo están creciendo a medida que continúa este brote.
A nivel nacional, estamos abogando con los gobiernos para incluir a los refugiados en sus planes de preparación y trabajando mano a mano con la OMS y socios en apoyo de las respuestas nacionales al mpox. A medida que las vacunas estén disponibles para las personas con mayor riesgo de infección, seguiremos abogando e incluyendo a los refugiados y desplazados en los programas de vacunación.
Sin embargo, décadas de conflicto y financiación insuficiente en la República Democrática del Congo han impactado gravemente las actividades de salud y han forzado a ACNUR y a sus socios a tomar decisiones difíciles. Necesitamos más fondos para ampliar los esfuerzos de respuesta crítica, pero también necesitamos paz en las áreas de conflicto para que la ayuda humanitaria pueda llegar a quienes la necesitan y las personas puedan acceder a pruebas y tratamientos sin arriesgar sus vidas.