Los impactos de nuestro clima cambiante se están sintiendo en todo el mundo, pero los países que ya se enfrentan al conflicto, la pobreza y a los altos niveles de desplazamiento están lidiando con algunos de los efectos más severos. Desde Afganistán hasta Centroamérica, las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos están afectando a las personas menos equipadas para recuperarse y adaptarse.
En el Día de la Tierra, ACNUR lanzó una nueva plataforma de visualización de datos: ‘El desplazamiento causado por la emergencia climática’. Esta muestra cómo el mundo en calentamiento está agravando los riesgos para las personas que ya viven con conflicto e inestabilidad, provocando más desplazamientos y, a menudo, reduciendo las posibilidades de retorno.
Los desastres relacionados con el cambio climático pueden agravar la pobreza, la inseguridad alimentaria y el acceso a los recursos naturales de formas que pueden avivar la inestabilidad y la violencia. La visualización de datos analiza el ejemplo de Afganistán, donde este año, las sequías e inundaciones recurrentes combinadas con décadas de conflicto y desplazamiento han dejado a millones de personas vulnerables al hambre.
Los desastres relacionados con el cambio climático pueden agravar la pobreza, la inseguridad alimentaria y el acceso a los recursos naturales de formas que pueden avivar la inestabilidad y la violencia
Mozambique está experimentando una unión similar de conflictos y múltiples desastres con un ciclón tras otro que azota la región central del país, mientras que el aumento de la violencia y los disturbios en el norte desplazan a cientos de miles de personas.
Muchos de los países más expuestos a los impactos del cambio climático ya acogen a un gran número de personas refugiadas y desplazadas internas. En Bangladesh, más de 870.000 personas refugiadas rohingyas que huyeron de la violencia en Myanmar están ahora expuestas a ciclones e inundaciones cada vez más frecuentes e intensos.
ACNUR está trabajando para reducir los riesgos que representan los fenómenos meteorológicos extremos para las personas refugiadas y desplazadas internas. En Bangladesh, por ejemplo, estamos trabajando con socios para plantar árboles de crecimiento rápido en áreas de los campamentos de refugiados que son propensos a deslizamientos de tierra durante las tormentas monzónicas y a distribuir fuentes de energía alternativas a la leña para cocinar.
“Esperar a que ocurra un desastre no es una opción”, expresó Filippo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados.
Mientras unos 40 países participan en la Cumbre Virtual de Líderes sobre el Clima organizada por el presidente Joe Biden el 22 y 23 de abril, ACNUR hace un llamado a todos los Estados para que intensifiquen su acción para combatir el cambio climático, y brindar protección y asistencia a las personas desplazadas por sus efectos.
“Necesitamos invertir ahora en preparación para mitigar las necesidades de protección futuras y prevenir más desplazamientos causados por el clima”, señaló el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, a principios de este año. Y agregó: “Esperar a que ocurra un desastre no es una opción”.