Declaración del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
Estoy encantado de estar en Moldavia para felicitar al Gobierno por su decisión de activar la protección temporal a las personas refugiadas que huyen de Ucrania. El pueblo y el Gobierno moldavos han mostrado una notable solidaridad con los refugiados desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania hace casi un año.
Este apoyo fue visible desde los primeros días y semanas de la guerra, cuando decenas de miles de personas – principalmente mujeres, niñas y niños – huyeron de Ucrania, y continúa hasta el día de hoy.
A pesar de los numerosos y apremiantes desafíos económicos y los limitados recursos, la población moldava abrió su país y sus hogares. Casi 750.000 personas refugiadas entraron en el país en los últimos 11 meses y más de 102.000 aún permanecen en el país, de las cuales casi la mitad son niñas y niños.
La decisión del Gobierno a principios de esta semana de activar la protección temporal es otra expresión concreta y tangible de solidaridad continua y sostenida con la población ucraniana. Ofrece un estatuto jurídico más seguro a las personas refugiadas, y abre el camino a una respuesta más sostenible y planificada. La protección temporal ayudará a los refugiados a acceder al empleo, a ser autosuficientes y también les permitirá contribuir a sus comunidades de acogida hasta que puedan regresar a casa en seguridad y dignidad. También brinda el marco para un acceso aún más sostenible a la educación y otros servicios básicos, aportando estabilidad durante un gran trauma y agitación.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se compromete a apoyar a Moldavia y a profundizar nuestra cooperación para la inclusión de las personas refugiadas, movilizando al mismo tiempo un fuerte apoyo de los donantes para las familias y comunidades de acogida.
Desde el comienzo de la afluencia de refugiados, ACNUR por sí solo ha brindado asistencia y apoyo por más de 100 millones de dólares (USD) en Moldavia, además de las contribuciones de otros actores humanitarios y de desarrollo, así como el apoyo directo de donantes bilaterales al Gobierno.
Continuaremos invirtiendo en el fortalecimiento de los sistemas de protección social en Moldavia, tanto para las personas refugiadas como para la población moldava. Pero es indispensable que la comunidad internacional dé un paso adelante para brindar un apoyo renovado a la respuesta de los refugiados y de las comunidades que generosamente los acogen en Moldavia. Esto implica inversiones urgentes y reforzadas para el desarrollo del país, así como esfuerzos internacionales significativos para sostener y hacer crecer la economía del país, incluyendo el fomento de la inversión del sector privado que pueda proporcionar oportunidades sostenibles tanto para la población moldava como para la refugiada.
Para más información sobre este tema, favor de contactar:
- En Ginebra, Louise Donovan, donovan@unhcr.org, +41 79 217 30 58
- En Ginebra, Matthew Saltmarsh, saltmars@unhcr.org, +41 79 967 99 36