Sep 09

ACNUR: las personas refugiadas y desplazadas se deben incluir en la respuesta a las inundaciones en África occidental y central

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas el 6 de septiembre por William Spindler, portavoz de ACNUR, en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

GINEBRA – Con el inicio de la estación lluviosa, las graves inundaciones en Camerún, Chad, Malí, Níger y Nigeria han empeorado considerablemente la situación de las personas refugiadas y desplazadas internas (PDI) en la región. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, destaca la importancia de incluir a las personas desplazadas por la fuerza en los planes nacionales de respuesta.

Las inundaciones han devastado comunidades, destruido viviendas e infraestructuras y aumentado los riesgos de protección para las personas más vulnerables, afectando gravemente a las poblaciones desplazadas por la fuerza que ya vivían en condiciones precarias. Muchas de estas personas han tenido que refugiarse en alojamientos improvisados y hacinados, con acceso limitado a los servicios esenciales. Ante los efectos del cambio climático, el agravarse de la inseguridad alimentaria y el mayor riesgo de contagio de enfermedades transmitidas por el agua, es vital garantizar que no se pasen por alto las necesidades de las personas refugiadas y desplazadas internas.

En Nigeria, graves inundaciones han arrasado 29 de los 36 estados del país, afectando a más de 600.000 personas. Al menos 200 personas han muerto y más de 225.000 se han visto forzadas a desplazarse. Muchas de ellas ya se habían desplazado por los conflictos o el cambio climático. La destrucción de más de 115.000 hectáreas de tierras de cultivo podría empeorar la actual situación de inseguridad alimentaria, ya que 32 millones de personas en el país ya están sufriendo las consecuencias de una grave hambruna.

ACNUR y sus socios están distribuyendo 10.000 lonas de plástico a las personas desplazadas afectadas en algunos de los estados más castigados. Desafortunadamente, la falta de recursos financieros adecuados está dificultando la asistencia a más comunidades necesitadas. La estación de lluvias en Nigeria debería continuar hasta septiembre, en el norte, y hasta noviembre en el sur del país.

Desde el mes de julio, las inundaciones golpearon todas las 23 provincias de Chad. Según las autoridades chadianas y las organizaciones con las que trabajan, más de 964.000 personas (166.000 hogares) resultaron afectadas por las inundaciones hasta el 25 de agosto. Las comunidades de refugiados en el este de Chad son especialmente vulnerables y cuentan más de 40.000 personas afectadas. Hasta el momento, 145 personas han muerto, más de 251.000 hectáreas de tierra han quedado inundadas, más de 70.000 casas destruidas, y 29.000 cabezas de ganado han perecido.

En Camerún, entre el 11 y el 21 de agosto, lluvias torrenciales destruyeron más de 8.600 viviendas, inundaron miles de hectáreas de tierras de cultivo, y causaron la pérdida de miles de animales. Casi 19.000 hogares – unas 159.000 personas – se vieron afectados, incluidas casi 50.000 personas refugiadas. Las autoridades locales y sus socios humanitarios están poniendo en marcha planes de respuesta de emergencia, pero se enfrentan a importantes retos logísticos, como las dificultades de acceso y el creciente riesgo de epidemias.

En Níger, las graves inundaciones provocadas por las fuertes lluvias han causado destrucción en muchos lugares, especialmente en las regiones de Maradi, Dosso, Tillabery y Zinder, que acogen a un número considerable de personas desplazadas. Desde el inicio de las lluvias, en julio, más de 217 personas han muerto y más de 700.000 se han visto afectadas. Las inundaciones han devastado infraestructuras, como carreteras y tierras de cultivo, y han obligado a más de 39.000 niños y niñas a interrumpir su educación. Muchas zonas de asentamiento de personas refugiadas se han quedado incomunicadas, por lo que los militares están estudiando rutas alternativas para permitir las labores de socorro. ACNUR ha movilizado recursos para apoyar a las personas afectadas proporcionando 3.000 kits de ayuda esencial, de los cuales 317 ya se han distribuido en Zinder. Se han realizado entregas adicionales de ayuda en Tahoua, y están previstas más distribuciones de artículos de ayuda en Ouallam y Ayorou.

Las familias desplazadas – que incluyen tanto a personas refugiadas como desplazadas internas – se enfrentan a una situación catastrófica debido a los efectos combinados del conflicto, el cambio climático y, ahora, estas devastadoras inundaciones y necesitan con urgencia alojamiento, alimentos, agua y atención médica.

DONAR AHORA

Button Image