EMERGENCIAS
CONFLICTO EN IRAK
Más de 3 millones de desplazados por el conflicto no pueden volver a casa
Más de la mitad de los desplazados por el conflicto de Irak son niños
Desde hace más de 3 años, millones de víctimas del conflicto en Irak protagonizan una de las mayores situaciones de desplazamiento interno a nivel mundial. La persecución del Estado Islámico, con ejecuciones a hombres y jóvenes que se han negado a combatirlos, combates y los bombardeos a ciudades como Mosul y Faluya han provocado la huida de sus habitantes hasta los campos de desplazados más cercanos.
ACNUR necesita fondos para dar comida, refugio y atención sanitaria a los desplazados más vulnerables.
Mosul y Faluya: Miles de personas sin acceso a agua ni alimentos
Ante la ofensiva militar sobre las principales ciudades bajo el control del Estado Islámico, miles de personas se vieron atrapadas entre los bombardeos y el asedio que supone vivir en una ciudad sin abastecimiento.
Actualmente, más de 3 millones de personas se encuentran desplazadas en el noroeste del país por causa del conflicto en Irak y, aunque muchos ya han decidido volver a sus hogares, otros necesitan ayuda humanitaria mientras la situación se estabiliza.
Tu ayuda puede salvar muchas vidas
2,9 millones
de personas viven en campos de desplazados dentro de Irak, lejos de sus casas
271.000
personas están refugiadas en otros países como Siria
El 53%
de los desplazados en Irak son niños
Colaborá hoy y enviá ayuda a Irak
Los campos, el primer paso para una nueva vida
ACNUR trabaja en la construcción de nuevos campos para refugiados y desplazados.
Después de meses de asedio sin acceso a comida ni agua, quienes logran escapar tienen por delante un peligroso viaje hasta los campos de desplazados. Situados lejos a las principales zonas de combate y en las zonas fronterizas de Siria, estos campos son una puerta a la esperanza para los iraquíes que huyen del horror de la violencia.
En ellos, ACNUR distribuye paquetes de emergencia para las familias recién llegadas, trabaja en la mejora de las infraestructuras para acoger a nuevos desplazados y refugiados, y en la construcción de refugios adicionales para asistir a los desplazados de los nuevos flujos migratorios mientras prosiguen los combates.
“Me electrocutaban durante 1 hora al día. Me ponían cables eléctricos en la cabeza, en las manos y en los pies”.
Mujer yazidí refugiada del conflicto en Irak.