En el último mes todo ha cambiado para Ucrania. Apenas dos semanas antes del inicio de la guerra, pasé una semana en el este de Ucrania con el Director nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para inaugurar y visitar centros comunitarios para niños con discapacidad y personas mayores en Avdiika y Popasna. Es probable que estos centros se hallen ahora convertidos en escombros, como tantas otras casas y estructuras sociales que los socios humanitarios y de desarrollo han ayudado a levantar y reparar en los últimos ocho años, trabajando con las autoridades y las comunidades locales del este de Ucrania.
El mes pasado ha revertido estos progresos y nos ha hecho retroceder más allá de donde estábamos hace ocho años. Hoy nos enfrentamos a la realidad de una crisis humanitaria masiva que crece por momentos.
«No se puede subestimar la gravedad de la situación».
De la noche a la mañana, se han destrozado vidas y se han desgarrado familias. En un mes, más de 10 millones de personas se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas, abandonando sus hogares y pertenencias. Más de 6,5 millones están desplazadas dentro de Ucrania y más de 3,7 millones se han visto obligadas a huir del país. Estas cifras aumentan cada día. Se calcula que unos 13 millones de personas están atrapadas en las zonas afectadas o no pueden salir debido al aumento de los riesgos de seguridad, la destrucción de puentes y carreteras, así como la falta de recursos o información sobre dónde encontrar seguridad y alojamiento.
En la actualidad, millones de personas en Ucrania viven en constante temor. Los bombardeos indiscriminados y los intensos ataques obligan a la gente a refugiarse en búnkeres durante horas, día y noche.
Lo mismo ocurre con los colegas de ACNUR en Ucrania, que ahora trabajan desde las oficinas recién establecidas en Dnipró y Vínnytsia, Úzhgorod, Chernivtsí y Leópolis, así como en las zonas no controladas por el gobierno de Donetsk y Lugansk. Muchos miembros del personal nacional de ACNUR se han convertido a su vez ellos mismos en desplazados internos. Para varios de ellos, esta es la segunda o tercera vez desde 2014. A pesar de ello, no han dejado de trabajar. Ver su dedicación para ayudar a otras personas desplazadas ha sido una verdadera fuente de inspiración.
En el país, tenemos ahora 154 compañeros de ACNUR, varios en despliegues de emergencia, y seguimos creciendo para reforzar nuestra capacidad de acción. Todo el mundo está trabajando sin descanso. Las comunidades locales, los voluntarios, los municipios y las autoridades han liderado la respuesta humanitaria. Desde el primer minuto de esta guerra, lo que hemos visto en términos de esfuerzo local ha sido realmente notable, y nuestro objetivo es reforzar y complementar la capacidad nacional y local, algo cada vez más necesario a medida que se agrava la crisis humanitaria.
«Más de 10 millones de personas se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas, abandonando sus hogares y pertenencias. Más de 6,5 millones están desplazadas dentro de Ucrania y más de 3,7 millones se han visto obligadas a huir del país».
En Ucrania, la Agencia de la ONU para los Refugiados opera dentro de la respuesta humanitaria interinstitucional, bajo la dirección del Coordinador de Crisis de la ONU. Centramos nuestros esfuerzos en los ámbitos de la protección, el refugio y la asistencia en efectivo y en especie, a fin de proporcionar ayuda inmediata a quienes huyen de la guerra. Ayudamos a los desplazados a encontrar estabilidad y a establecerse en un lugar más seguro mientras la situación sigue cambiando por momentos y el futuro se torna imprevisible.
Los equipos de ACNUR y nuestras ONG locales asociadas se han desplegado en los puntos fronterizos, en los centros de tránsito y de acogida. También hemos conseguido llegar a las zonas directamente afectadas por los bombardeos para proporcionar asesoramiento inmediato en materia de protección y para distribuir artículos de primera necesidad.
En las zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para refugio de emergencia para que puedan hacer las reparaciones necesarias en sus casas dañadas y protegerse de los elementos. Los centros de acogida en la región del centro y el oeste de Ucrania han sido dotados de artículos de primera necesidad como colchones, mantas y utensilios de cocina, lo que les ha permitido ampliar su capacidad para acoger a los desplazados internos. Gracias a esta ayuda, al menos 85.000 personas pueden beneficiarse de un alojamiento temporal.
Sólo esta semana, ACNUR ha entregado 20.000 paquetes de artículos de ayuda humanitaria para las personas afectadas y a los centros de acogida. Es evidente que esto no es suficiente para atender todas las necesidades, pero estamos aprovechando cualquier ocasión para tratar de llegar con nuestra ayuda a las personas que lo necesitan. Junto con las autoridades locales de las localidades que acogen a los desplazados internos, estamos identificando edificios para rehabilitarlos y reutilizarlos como centros de acogida y centros comunitarios, ya que las necesidades de alojamiento son enormes. No se trata sólo de proporcionar alojamiento inmediato; es evidente que cientos de miles o millones, de desplazados internos necesitarán ayuda para la vivienda a medio y largo plazo.
«En las zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para refugio de emergencia para que puedan hacer las reparaciones necesarias en sus casas dañadas y protegerse de los elementos».
La semana pasada, en Vínnytsia, conocí a una madre con una hija de 20 años con discapacidad que se alojaba en uno de los centros de acogida que ACNUR ha apoyado. Su departamento, en las afueras de Kiev, había sido objeto de un ataque. Me quedó claro que no iban a poder salir de ese centro a corto plazo. Ellas, al igual que otras familias vulnerables con las que hablé en el mismo centro de recepción, necesitarán alojamiento en un centro colectivo o en una vivienda social durante meses o años.
Nuestros equipos están trabajando para llevar a cabo nuestros programas de protección, refugio y asistencia no sólo en el oeste del país, sino también -en la medida de lo posible- en el centro y el este de Ucrania para garantizar el acceso al alojamiento y a los servicios vitales. Hemos empezado a poner en marcha nuestro programa de asistencia económica en efectivo en las provincias de Leópolis y Zakarpatia, y hasta la fecha hemos inscrito a miles de personas. En los próximos días se producirán nuevas inscripciones en otras seis provincias del centro y el este de Ucrania. En total, nuestro objetivo es llegar al menos a 360.000 desplazados para ayudarles a cubrir sus necesidades básicas.
Al mismo tiempo, seguimos haciendo lo posible por llegar a las zonas más afectadas, como Mariúpol y Járkiv, con asistencia humanitaria de emergencia en el marco de los convoyes humanitarios que gestionamos de forma conjunta entre varias agencias. ACNUR participó en ese primer convoy que entró en Sumy la semana pasada en el marco del sistema de notificación humanitaria.
Sin embargo, está claro que las personas, las familias y las comunidades necesitarán protección, refugio, asistencia y acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la protección social durante años, si no décadas. Los efectos de esta guerra son devastadores y de gran alcance.
La forma más eficaz de ayuda humanitaria sería el cese de esta guerra. Mientras tanto, debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a todas las personas afectadas.
Para donar desde Argentina por la Emergencia en Ucrania, ingresá a este link
Para más información sobre este tema, por favor contacte con:
En la frontera de Polonia, Shabia Mantoo, mantoo@unhcr.org, +41 (79) 337 76 50
En Hungría, Zoran Stevanovic, STEVANOZ@unhcr.org, +36 (30) 530 9633
En Ginebra, Matthew Saltmarsh, saltmars@unhcr.org, +41 79 967 99 36