JUBA – El día de hoy, Raouf Mazou, Alto Comisionado Auxiliar para las Operaciones de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, instó a la comunidad internacional a brindar aún más apoyo a Sudán del Sur mediante asistencia para el desarrollo adaptada al clima, lo que permitiría que el país no dependa más de la ayuda humanitaria.
Tras una visita de cinco días a Sudán del Sur, Mazou solicitó a la comunidad internacional centrarse y brindar más apoyo a este país, que, debido a inundaciones sin precedentes, durante cuatro años consecutivos ha sido testigo del desplazamiento de casi un millón de personas que necesitan ayuda con urgencia.
Sudán del Sur ha sido testigo durante cuatro años consecutivos del desplazamiento de casi un millón de personas que necesitan ayuda con urgencia
Mazou estuvo en Bentiu, una localidad al norte del país que fue severamente golpeada por las inundaciones, donde han surgido iniciativas locales para proteger a la población del impacto.
«Las personas que por años han sufrido debido al conflicto ahora se encuentran en la primera línea de la crisis climática, la cual les ha arrancado todos los medios para sostenerse. Es necesario romper este ciclo, de manera que solicitamos que los donantes pongan aún más recursos a disposición, lo cual nos permitiría ampliar el alcance de la asistencia que estamos brindando”, indicó Mazou.
Sudán del Sur ha dado acogida a más de 340.000 personas refugiadas, la mayoría de las cuales proviene de Sudán. Además, desde 2018 ha recibido a más de 600.000 personas refugiadas retornadas de países vecinos.
En Torit, una de las áreas al este de Sudán del Sur que ha dado acogida a personas retornadas, Mazou visitó cooperativas agrícolas en las que integrantes de la comunidad local y antiguos refugiados trabajan conjuntamente para generar ingresos.
ACNUR continúa apoyando los esfuerzos del país por encontrar soluciones a favor de las personas forzadas a huir y de aquellas que optan por retornar para reconstruir sus vidas.
Por medio de la iniciativa Pockets for Hope (Bolsillos de esperanza), ACNUR tiene el compromiso de ayudar a las personas que retornan a Sudán del Sur de manera voluntaria a establecerse en condiciones dignas y seguras mediante apoyo en la construcción de paz, la gobernanza y los medios de vida en las áreas de retorno, es decir, los “bolsillos de esperanza”.
“Me llenan de inspiración la resiliencia de estas comunidades y el potencial para encontrar soluciones. Insto a los socios para el desarrollo a que ofrezcan un fuerte apoyo financiero en estas áreas para que las familias retornadas y las comunidades que las reciben tengan acceso a servicios básicos”, señaló Mazou.
«Me llenan de inspiración la resiliencia de estas comunidades y el potencial para encontrar soluciones. Insto a los socios para el desarrollo a que ofrezcan un fuerte apoyo financiero en estas áreas para que las familias retornadas y las comunidades que las reciben tengan acceso a servicios básicos”, señaló Mazou.
Sudán del Sur es una de las doce operaciones de ACNUR a nivel mundial que durante 2022 no ha contado con suficientes recursos: el déficit de financiación suma $125 millones de dólares (USD). Hasta el momento se ha recibido menos de la mitad de lo que se requiere para la respuesta humanitaria en el país.
Con más de 2,3 millones de personas sudsudanesas en países vecinos, la crisis de refugiados en Sudán del Sur sigue siendo la de mayor magnitud en África. Además, más de 6,8 millones de personas necesitan asistencia vital con urgencia, debido a esporádica violencia intercomunitaria y a causa de la inseguridad alimentaria, que se ha ido agravando.
Fuente: ACNUR.ORG