GINEBRA – La escalada del conflicto y el recrudecimiento de los ataques aéreos israelíes en el Líbano están teniendo un impacto cada vez más devastador en los civiles del país, empujando a más población a huir hacia Siria.
Cada día más personas están siendo desplazadas en el Líbano. El lunes, se ordenó la evacuación de 20 aldeas en el sur del país, mientras que una cuarta parte del Líbano está actualmente bajo órdenes de evacuación del Ejército israelí. Siguiendo las órdenes, muchas familias están huyendo a espacios públicos abiertos, desesperadas por escapar de las bombas, pero enfrentándose a dificultades para encontrar refugio. El Gobierno del Líbano estima que 1,2 millones de personas han sido desplazadas.
La crisis continúa extendiéndose a Siria. Los refugiados sirios, que anteriormente habían llegado al Líbano en busca de seguridad, están teniendo que huir de nuevo para salvar sus vidas. A 12 de octubre, más de 283.000 personas habían cruzado desde el Líbano, un 70 por ciento de origen sirio, y el resto libanesas y un pequeño número, de otras nacionalidades.
ACNUR está presente en cinco cruces fronterizos junto con otras agencias de la ONU y socios locales, proporcionando agua, alimentos, mantas y colchones, así como transporte a distintos destinos. En el principal cruce fronterizo de Masnaa/Jdaidet Yabous, la población se está viendo forzada a cruzar a pie después de un ataque la semana pasada. Entre quienes han llegado, más de 5.500 personas han sido evaluadas por nuestros equipos como personas con necesidades específicas, incluyendo 1.300 con algún tipo de discapacidad y otras, con enfermedades crónicas.
ACNUR y sus socios están proporcionando asistencia médica y legal, como cuidados de atención primaria y de emergencia, transportando a las familias más vulnerables desde los cruces fronterizos a sus destinos y apoyando a centros de acogida en Damasco, Damasco Rural, Homs, Hama, Idlib, Tartús y Latakia. Los recién llegados están recibiendo asesoramiento y apoyo, incluida documentación civil.
Muchos refugiados sirios están regresando a lugares de los que huyeron hace años, sin saber qué se encontrarán y contando con escasos recursos. Para aquellos cuyos hogares han sido destruidos, la acogida parte de familiares y amigos, que también afrontan sus propias dificultades. En cuanto a las personas libanesas, principalmente se están alojando con familiares o generosas familias sirias, y un pequeño número en centros de acogida. Actualmente hay más de 25 centros de acogida en las gobernaciones de Damasco, Damasco Rural, Homs, Hama, Idleb, Tartous y Latakia, con una capacidad para 10.000 personas en total. ACNUR y sus socios están visitando activamente tanto a las personas sirias como a las libanesas en sus puntos de retorno, como centros de acogida, evaluando sus necesidades y proporcionando servicios esenciales de protección, incluida asistencia legal, prevención de la violencia de género, gestión de casos de protección infantil y apoyo psicosocial.
Este flujo de personas llega en medio de la crisis humanitaria que azota Siria. Millones de personas todavía están desplazadas en el país, y el 90 por ciento de la población requiere asistencia humanitaria. El apoyo a los recién llegados y sus comunidades de acogida es crítico. ACNUR también está proporcionando apoyo a través de 114 centros comunitarios en todo el país.
Mientras tanto, en el sur del Líbano, el personal humanitario se enfrenta a más dificultades para llegar a las poblaciones afectadas debido a los continuos ataques aéreos. Actualmente hay 1.059 refugios colectivos asignados por el gobierno en el país, que albergan a más de 188.146 personas. De ellos, 876 han alcanzado su capacidad máxima. ACNUR está trabajando con las autoridades y socios para mejorar los albergues con divisiones internas, impermeabilización y rehabilitación de instalaciones de agua y saneamiento, así como evaluando más emplazamientos para albergar a personas desplazadas.
ACNUR es el principal proveedor de artículos de primera necesidad para las personas desplazadas en el Líbano, con más de 141.452 enseres, que incluyen colchones, mantas, juegos de cocina y lámparas solares, distribuidos entre 78.612 personas desde el 23 de septiembre. ACNUR también está ampliando la asistencia en efectivo a familias refugiadas y libanesas vulnerables. Esto ayudará a cubrir necesidades inmediatas como la vivienda. Desde el 23 de septiembre, más de 26.750 libaneses y refugiados han recibido asistencia en efectivo.
Los intensos bombardeos también han tenido un enorme impacto en los servicios públicos y la infraestructura. Según la Organización Mundial de la Salud, de los 207 centros de atención primaria en áreas de conflicto, 100 están ahora cerrados debido a la escalada de violencia. ACNUR también está en proceso de adquirir ambulancias, necesarias para apoyar al Ministerio de Salud Pública del Líbano y evacuar a pacientes desde infraestructuras destruidas y trasladar a pacientes críticos entre hospitales.
ACNUR y sus socios han lanzado dos llamamientos de emergencia para el Líbano y Siria para cubrir las necesidades urgentes y crecientes. El llamamiento urgente interinstitucional para el Líbano tiene como objetivo movilizar 425,7 millones de dólares (USD) para más de un millón de personas. La parte de ACNUR se estima en 111 millones de dólares durante tres meses. Para Siria, se lanzó un llamamiento interinstitucional de 324 millones para asistir a 480.000 libaneses y sirios durante seis meses. La cifra también incluye a refugiados palestinos en el Líbano y 80.000 miembros de la comunidad de acogida.
Asimismo, ACNUR tiene conocimiento de más de 11.000 libaneses que han llegado a Irak desde la escalada de hostilidades en el Líbano a través de varios puntos, incluyendo el cruce fronterizo de Al-Qaim (6,925) y aeropuertos en Bagdad y Najaf.