Si no se invierte urgentemente en la mitigación y la adaptación al clima, los países del Sahel corren el riesgo de sumirse en décadas de conflicto y desplazamiento, que se agravarán por el aumento de las temperaturas, la escasez de recursos y la inseguridad alimentaria, han advertido el Coordinador Especial de la ONU para el Desarrollo en el Sahel y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Según el informe publicado el 16 de noviembre, “Moving from Reaction to Action: Anticipating Vulnerability Hotspots in the Sahel” (Pasando de la reacción a la acción: Anticipando los puntos críticos de vulnerabilidad en el Sahel), si no se hace algo al respecto, la emergencia climática pondrá en mayor peligro a las comunidades del Sahel: devastadoras inundaciones, sequías y olas de calor diezman el acceso al agua, los alimentos y los medios de vida, y agravarán el riesgo de conflictos. En última instancia, aún más personas se verán forzadas a huir de sus hogares.
“En el Sahel, la crisis climática se está combinando con la creciente inestabilidad y el bajo nivel de inversiones en desarrollo. La mezcla resultante no solo desempodera y genera un mayor peso sobre las comunidades del Sahel, sino que también aumenta el riesgo de no alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, recalcó Abdoulaye Mar Dieye, Coordinador Especial de la ONU para el Desarrollo en el Sahel. “Las soluciones disponibles se enfocan en la participación de las personas y en inversiones a gran escala; sin embargo, necesitan dedicación y compromiso absolutos. También requieren datos y un análisis adecuado de los mismos para poder prevenir y, por tanto, poner en marcha respuestas políticas proactivas y de impacto”.
El informe analiza diez de los países que abarca la Estrategia Integrada de las Naciones Unidas para el Sahel y su Plan de Apoyo en África Occidental y Central: Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal.
Las comunidades del Sahel dependen de la agricultura y del pastoreo, dos actividades altamente sensibles al impacto del cambio climático. La inseguridad alimentaria se está haciendo patente en la región; de hecho, ha alcanzado niveles de emergencia en algunas zonas. A largo plazo, se estima que, por los estragos del cambio climático, menguarán el rendimiento del maíz, el mijo y el sorgo, lo cual mermará la resiliencia de las poblaciones locales.
«Los conflictos armados están empeorando a causa del aumento de las temperaturas y las condiciones meteorológicas extremas en el Sahel. Estos conflictos ya están destruyendo los medios de vida, están perturbando la seguridad alimentaria y están provocando desplazamientos” dijo el asesor especial de ACNUR para la Acción Climática, Andrew Harper
“Los conflictos armados están empeorando a causa del aumento de las temperaturas y las condiciones meteorológicas extremas en el Sahel. Estos conflictos ya están destruyendo los medios de vida, están perturbando la seguridad alimentaria y están provocando desplazamientos”, dijo el asesor especial de ACNUR para la Acción Climática, Andrew Harper.
Incluso con ambiciosas políticas de mitigación del cambio climático, se estima que las temperaturas en el Sahel aumentarán 2,5 °C hacia el año 2080. De no emprender acciones urgentemente, podrían aumentar en 4,3 °C.
“Solo mediante una gran inversión en medidas colectivas de mitigación y adaptación al clima se pueden aliviar las consecuencias humanitarias, actuales y futuras”, sostiene Andrew Harper
A pesar de tan negativas tendencias, el Sahel cuenta con abundantes recursos naturales: la región se encuentra sobre uno de los acuíferos más grandes de África; además, tiene mucho potencial para las energías renovables (incluida una copiosa capacidad para la energía solar) y una dinámica joven población (alrededor del 64% de las personas en el Sahel tiene menos de 25 años).
Si se adoptan acciones inmediatas y contundentes para la mitigación y adaptación al clima en apoyo a los países y las comunidades del Sahel, y se priorizan la colaboración entre los sectores humanitario, de desarrollo y de consolidación de la paz, existe una posibilidad real de cambiar la trayectoria de esta región .
Para obtener más información con respecto a este tema, por favor contacte a:
- ACNUR:
- En Ginebra, Boris Cheshirkov, cheshirk@unhcr.org, +41 79 433 76 82
- En Nueva York, Kathryn Mahoney, mahoney@unhcr.org, +1 347 574 6552
- Oficina del Coordinador Especial para el Desarrollo en el Sahel:
- En Dakar, Nwanneakolam Vwede-Obahor, nvwede-obahor@undp.org, +221774507379
Sobre el proyecto de análisis predictivo en el Sahel
El informe se basa en el proyecto de análisis predictivo en el Sahel, que, anticipando e identificando rápidamente dónde se traslapan múltiples riesgos, busca guiar a las personas encargadas de la toma de decisiones para permitir que se preparen mejor y para apoyar el análisis contextual, la planeación, la formación y la capacitación conforme se define dónde se requieren datos adicionales.
La Oficina de Asuntos Exteriores de Alemania está financiando la iniciativa; por su parte, ACNUR está facilitándola con el apoyo de la oficina del Coordinador Especial de la ONU para el Desarrollo en el Sahel. Creada por el Comité de Alto Nivel sobre Programas (HLCP, por sus siglas en inglés) y, posteriormente, por la Junta de Direcciones Ejecutivas para la Coordinación (CEB, por sus siglas en inglés), la iniciativa es el primer enfoque de todo el sistema de las Naciones Unidas que combina el aprendizaje automático, la modelización predictiva y la previsión estratégica para identificar focos de riesgo en el Sahel.
El informe recopila predicciones a corto, medio y largo plazo a partir de una serie de fuentes de datos y metodologías proporcionadas por un consorcio de diecinueve organizaciones líderes en el mundo que siguen la interacción y los circuitos de retroalimentación del cambio climático, la seguridad alimentaria, los conflictos, la migración y los desplazamientos. Tales organizaciones son: adelphi, Climate Hazards Center (CHC), Universidad de California Santa Barbara; Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB); Center for International Earth Science Information Network (CIESIN), Columbia University; Universidad del Estado de Colorado (CSU); Institute for Demographic Research (CIDR), City University of New York (CUNY); Consejo Danés para los Refugiados (DRC); Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP); Centro Europeo para la Gestión de la Política de Desarrollo (ECDPM); Institut de Formation et de Recherche Démographiques (IFORD); Initiative Prospective Agricole et Rurale (IPAR); Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK); equipo de alerta, predicción y visualización tempranas (PREVIEW) del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federal Alemana (FFO); Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (UNDESA); United Nations University Centre for Policy Research (UNU-CPR), Universidad de Kassel; proyecto de alerta temprana en casos de violencia (ViEWS), de la Universidad de Uppsala; Instituto Walker de la Universidad de Reading; y West African Science Service Centre on Climate Change and Adaptive Land Use (WASCAL).
Fuente: ACNUR.ORG