ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente preocupada por la rápida evolución de la emergencia humanitaria en Armenia, a donde han llegado más de 88.700 personas refugiadas en menos de una semana. Los refugiados están llegando mayoritariamente a la región de Syunik, en el sur de Armenia.
El Gobierno armenio ha asumido la responsabilidad de proporcionar asistencia y protección, con el apoyo de ACNUR y otras agencias de la ONU y ONG.
ACNUR está liderando la respuesta interagencial para los refugiados, trabajando con la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas. Se están ultimando los detalles de un plan de respuesta interagencial, al que seguirá un llamamiento de financiación conjunto. Es importante que tanto las necesidades a corto como a medio plazo sean consideradas.
Los equipos de ACNUR trabajan en terreno y en la frontera desde el inicio de la crisis, cuando los primeros grupos de refugiados llegaron exhaustos, atemorizados y preocupados por el futuro. Tras vivir bajo un bloqueo los últimos nueve meses, desconocen qué pasará con los hogares de los que han huido y si retornarán a ellos.
Están nerviosos por lo que pueda sucederles ahora y preocupados por si sus hijos podrán continuar con su educación. La mayoría llegaron con pocas pertenencias y necesitan ayuda de emergencia de forma inmediata, incluyendo mantas y ropa de cama, apoyo médico y psicosocial y refugio.
Los refugiados están siendo registrados por el Gobierno en centros de registro en la frontera. Asimismo, hay unos diez centros humanitarios más en otras regiones. Además de llevar a cabo el registro, en estos centros se ofrece apoyo psicosocial inmediato, tentempiés, áreas de juego para niñas y niños e información sobre alojamiento y otros tipos de asistencia.
Las autoridades están proporcionando alojamiento temporal a los recién llegados que no tienen allegados en Armenia, en hoteles, centros sociales y escuelas. Sin embargo, ante el enorme volumen de llegadas en tan corto plazo, se necesitan más centros de emergencia.
ACNUR está apoyando al Gobierno con equipamiento técnico para facilitar el registro, incluyendo portátiles y tablets, y ha suministrado artículos básicos de ayuda, como camas plegables y colchonetas para las personas refugiadas, y se espera recibir más a lo largo del fin de semana. Además, ACNUR está reforzando su presencia en terreno.
A pesar de que el Gobierno está llevando a cabo esfuerzos constantes y loables para atender las crecientes necesidades con el respaldo de la comunidad internacional, se requiere un apoyo financiero adicional. ACNUR hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional de donantes para que demuestren su solidaridad y responsabilidad compartida, permitiendo a Armenia responder a esta emergencia humanitaria en curso.
