GINEBRA – Durante tres días, el segundo Foro Mundial sobre los Refugiados (GRF, por sus siglas en inglés) reunió a la comunidad internacional bajo el lema de la solidaridad. El evento concluyó con la adopción de una serie de compromisos para mejorar la vida de las personas refugiadas y de los países y comunidades de acogida.
Coorganizado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y por Suiza, y convocado conjuntamente por Colombia, Francia, Japón, Jordania y UgandaLink is external, el Foro se celebró del 13 al 15 de diciembre en Ginebra, Suiza, y contó con más de 4.200 participantes de 168 países; entre ellos, cinco jefaturas de Estado o de Gobierno, ministros, directores de organizaciones internacionales (incluidas entidades y agencias especializadas de la ONU), organizaciones dirigidas por personas refugiadas, representantes de la sociedad civil y directores ejecutivos de empresas y fundaciones. Más de 10.000 personas siguieron el evento en línea.
Los participantes compartieron ejemplos de buenas prácticas y anunciaron compromisos y contribucionesLink is external para transformar la vida de las personas refugiadas y de sus comunidades de acogida, en ámbitos como la educación, el acceso al mercado laboral, la consolidación de la paz, el cambio climático y el reasentamiento.
“Los participantes demostraron liderazgo, visión y creatividad en la búsqueda de soluciones a problemas muy complejos”, comentó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. “Sobre todo, se comprometieron a seguir trabajando juntos para mejorar la vida de millones de personas refugiadas en todo el mundo”.
Se anunciaron compromisos financieros por más de 2.200 millones de dólares (USD) por parte de gobiernos, sector privado, fundaciones y entidades filantrópicas, organizaciones confesionales y otros actores, así como importantes compromisos para incluir a las personas refugiadas y a sus comunidades de acogida en las políticas públicas, los instrumentos de financiación y los programas operativos.
Los Estados también se comprometieron a garantizar el reasentamiento de 1 millón de personas refugiadas para 2030. Además, gobiernos y fundaciones anunciaron un compromiso respaldado por un nuevo fondo mundial para los programas de patrocinio, cuyo propósito es ayudar a otros 3 millones de personas refugiadas a acceder a terceros países por medio del patrocinio comunitario.
El Foro Mundial sobre los Refugiados propició la adopción de más de 1.600 compromisos, incluyendo contribuciones a uno o más de los 43 compromisos conjuntos presentados por múltiples partes interesadas (es decir, compromisos de amplio alcance respaldados por coaliciones de actores que se apoyan mutuamente). Se anunciaron importantes planes para impulsar las economías y las comunidades mediante inversiones en áreas de acogida de refugiados, el apoyo a emprendimientos de personas refugiadas, la creación de empleos, la capacitación profesional, la provisión de servicios jurídicos pro bono, el acceso a productos financieros y conectividad, así como una mayor incidencia en la acción climática por parte de las personas refugiadas, desplazadas y apátridas, y sus comunidades de acogida. El sector privado prometió más de 250 millones de dólares (USD) de financiación adicional.
Entre las iniciativas innovadoras anunciadas cabe destacar el compromiso conjunto asumido por gobiernos, sector privado, sociedad civil, Naciones Unidas y otras partes interesadas en materia de protección digital para ayudar a prevenir las consecuencias nocivas de la incitación al odio, la desinformación y la información errónea.
El Foro Mundial sobre los Refugiados, que se celebra cada cuatro años, es el mayor encuentro internacional en materia de refugiados. El Foro pretende apoyar la implementación práctica de los objetivos establecidos en el Pacto Mundial sobre los Refugiados, un marco de referencia para un reparto de las responsabilidades más predecible y equitativo entre los Estados, que fue adoptado por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2018.