Tras meses de preparación, 63 personas certificaron sus habilidades técnicas y trayectorias laborales en manipulación de alimentos. De esta forma, sus conocimientos, capacidades y aptitudes laborales serán reconocidas de manera formal por el Estado. Ello les permitirá acceder a mejores oportunidades laborales y, en caso de ser emprendedores, potenciar sus negocios y contribuir a la generación de empleos y la movilización de la economía.
A través de esta iniciativa, impulsada por la Corporación Dolores Sopeña, con el apoyo de ChileValora, Bureau Veritas y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se busca impulsar la inclusión social para personas refugiadas y migrantes, así como a la comunidad chilena más vulnerable, apoyándolas para encontrar un trabajo formal para avanzar en su autonomía financiera y contribuir al desarrollo productivo en el país.
La pandemia marcó la vida de María Alejandra Jacabo, quien llegó de Venezuela hace diez años. Fue en ese momento en que quiso emprender, dando vida a “Brownie Love Chile”. Pero comenzar su negocio también le planteó nuevos desafíos. “Desde la pandemia para mí ha sido muy importante fortalecer mi emprendimiento, capacitarme tener la mayor cantidad de herramientas para poder cumplir mi sueño que es abrir una tienda de brownies, entonces para mí era muy importante estar certificada”, señaló. Gracias a esta certificación, pudo trabajar en el equipo de panadería de un restaurant que fue premiado en 2024 como una de las mejores pizzerías del mundo.
La certificación fue otorgada por ChileValora, servicio público dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, cuya función principal es acreditar las competencias laborales de las personas en Chile.
Para Ximena Rivillo Oróstica, Directora Ejecutiva de ChileValora: “Este proceso tiene una relevancia particular, porque certificamos a trabajadores y trabajadoras de Chile, Venezuela, y Haití. Y con la entrega de estos certificados cumplimos uno de los objetivos principales de ChileValora, que es reconocer las competencias que cada uno y cada una ha adquirido a lo largo de su vida y entregamos a nombre del Estado de Chile este documento que respalda y garantiza ante los sectores productivos sus habilidades y conocimientos”.
Dentro de los candidatos certificados se cuentan personas provenientes de Chile, Haití y Venezuela, en su mayoría mujeres. “Iniciativas como esta permiten que personas que han llegado a nuestro país buscando reamar sus vidas, puedan avanzar. Es muy relevante y nos llena de orgullo que el 88 por ciento de las personas certificadas sean mujeres, muchas de ellas jefas de hogar que dejan de manifiesto que con las oportunidades adecuadas pueden alcanzar un desarrollo profesional y personal, siendo un aporte para la productividad del país”, valoró Karmen Sakhr, Representante Regional de ACNUR para el Sur de América Latina.
Por su parte Igor Arratia, Director Ejecutivo de la Corporación Dolores Sopeña, entidad ejecutora del proyecto destacó que “hemos visto que muchas personas al llegar no han oído del proceso de certificación, y cuando conocen lo que implica para sus trayectorias laborales, se sienten animados a realizar el proceso, con el propósito de tener un respaldo para su currículum y una contratación con mejores condiciones laborales y formalizadas, también en perfiles laborales emergente como la construcción o cuidado de enfermos”.
